A pesar de que las medidas se van relajando y la pandemia empieza a parecer cosa del pasado, aún hay quien tiene cierta sensación de inseguridad, pero se muere por recorrer mundo. Viajar por el propio país es la mejor medicina para paliar ese ansia de conocer que muchos tenemos. Porque al final, sabes que aunque estés “por ahí”, estás “en casa”, pero a la vez te llenas los ojos de cosas bonitas.
Descubrir lo que tenemos más cerca sorprende a muchos que nunca pensaron que “por aquí” había esto o aquello. Y si encima tienes la suerte de viajar por un país como España, de tanta diversidad natural, cultural, gastronómica… es imposible que salgas defraudado.
¿Y cómo?
Además, los viajes más locales son tremendamente “verdes” porque se reduce el impacto medioambiental. Así que mientras disfrutas de las maravillas que te rodean, es posible que también se esté alimentando tu espíritu de esa sensación “eco”, de ecología, de respeto al medio ambiente, pero también de ese sonido que deja huella por dentro y resuena como cuando das cuatro voces desde un alto y luego sonríes.
Te proponemos viajar por tu zona y empezar con esa rutina “verde” y responsable que luego querrás mantener para siempre.
¡Súbete al tren! Porque los trenes no “solo pasan una vez” como suele decirse, pasan decenas, y conectan cientos de lugares de manera mucho menos contaminante -¡un 80% de huella de carbono menos que un coche!- convirtiendo la experiencia de viajar en algo misterioso, romántico y ecológico.
Carretera y manta… Es verdad que conducir si estás pensando en reducir el impacto medioambiental, suena contradictorio, pero siempre puedes optar por alquilar un coche ecológico, de esos que utilizan gas natural, gas licuado de petróleo, hidrógeno o electricidad, u otras fuentes alternativas de energía, reduciendo la huella de carbono. Además no hace falta que te vayas lejísimos. Puedes optar por lugares cercanos, elegir un sitio al azar que nunca hayas conocido y dejarte sorprender. Y lo mejor es que el coche te lleva de un lugar a otro, pero luego puedes aparcar y usar el de “San Fernando: un poquito a pie y otro andando”.
¿Y si navegas? No hace falta ser rico para pasar una jornada en el mar y enamorarte del gran azul. Puedes disfrutar de un día de navegación, alquilando una barquita, por ejemplo, y seguro que al final del día vuelves a casa con las energías a tope. Verás “tu tierra” desde el agua y tomarás conciencia de la necesidad de cuidar nuestros océanos y la vida marina. ¡Pocos hay los que se resisten a una excursión de sol y sal!
Al final, sea por seguridad o porque hayas empezado a ser consciente de la necesidad de contaminar menos, viajar de forma local, siempre es una buena idea. Hay un montón de sitios por descubrir que saciarán tu sed viajera en estos tiempos de incertidumbre, mientras respetas el medio ambiente. Porque viajar de forma sostenible, es posible.
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