Si jugáramos con este destino al “Si fuera”, ese juego que popularizó Raffaella Carrá en un programa en los 90, ganaríamos seguro, porque a pesar de que la mayoría podemos situarlo en el mapa, este país está lleno de sorpresas y seguro que es complicado adivinarlo enseguida. ¿Probamos?
Si fuera una flor…
Si fuera una flor… sería una rosa. Y es que desde el siglo XVII este país es uno de los mayores productores. El “Valle de las rosas” se extiende 100 km y la Stara Planina o “vieja montaña” lo protege de los fríos vientos procedentes del norte. Recogen las rosas a mano por la mañana para hacer aceite sin que pierdan su esencia, y se necesitan más de 3500 pétalos para conseguir un solo litro. ¡Cómo olerá ese lugar!
Si fuera un evento…
Si fuera un evento… sería el carnaval. Los festivales “kukeri” son famosos en el país: hombres y niños se visten con pieles para mantener a raya a los espíritus y proteger sus tierras. Los Kuker celebran el paso del invierno y la llegada de la fertilidad del verano, y alguno de estos festivales se han incluido en la lista de patrimonio de la UNESCO.
Si fuera un edificio…
Si fuera un edificio o un “monumento”… probablemente sería un monasterio, porque nadie puede negar que son uno de los mayores atractivos del país, y el “turismo de monasterios”, seas religioso o no, es uno de los muchos que se pueden hacer disfrutando de la belleza, la cultura y la historia del país. En una buena ruta no debería faltar el Monasterio de Rila patrimonio de la UNESCO, el de Bachkovo, el de la Transfiguración, el de Rozhen, el de Dryanovo, y también el curioso de Aladzha que se asemeja a un hormiguero. Y suma y sigue porque es un no parar: Hay más de 100 monasterios que siguen funcionando desde hace 1000 años, conservando la tradición, la fe y la vida dentro de sus recintos.
Si fuera un medio de transporte…
Si fuera un medio de transporte… sería una marshrutka, pequeñas furgonetas en las que caben unas 10 personas, que llevan una ruta fija, pero te permiten parar donde quieras. Toda una ventaja cuando está lloviendo, es de noche o vas cargado. ¡Te dejan cerquita de casa!.
Si fuera un paisaje…
Si fuera un paisaje… podría ser playa, montaña, ciudad… Este país tiene para todos los gustos. Los 200 kms de costa, repleta de pueblos encantadores y playas, atraen turistas cada año. Las carreteras sinuosas por las cumbres y paisajes de escándalo -el Parque Nacional de Pirin, las sorprendentes pirámides de Melnik, la cueva de la Garganta del Diablo o los Siete lagos-, harán las delicias de los amantes de la naturaleza. Y las ciudades llenas de historia como Nesevar, Plovdiv, Veliko o Tarnovo, serán lugares que no podrán faltar en nuestro recorrido.
Si fuera un baile…
Si fuera un baile… sería el “horó” , y como curiosidad, hay que nombrar a las Abuelas de Bistritsa, un pequeño pueblo a 15kms de la capital, en la región de Shopluk. Bailan en corro o en semicírculo cogiéndose unas a otras por la cintura. Antes de pascua, también realizan el «lazaruvane«, con el que se da la bienvenida a la primavera el día de san Lázaro, donde sólo participan chicas vestidas con trajes típicos de fiesta y flores en el pelo. Y a diferencia con los “Kukeri”, donde solo participan hombres, en esta ocasión las protagonistas son las mujeres.
Si fuera una comida…
Si fuera una comida… ¡sería el yogur! Lo descubrieron allí y se ha convertido en un manjar imprescindible en cualquier nevera. Algo más agrio de lo “normal”, sirve también como cura para la resaca, ungüento para las quemaduras del sol, y por supuesto es ingrediente en muchos platos. Lo han exportado hasta a Japón y es todo un orgullo para el país. Tampoco se queda atrás el “sírene” un queso elaborado principalmente con leche de vaca, aunque a veces también se cuelan las ovejas y las cabras en la ecuación. Es un queso más bien salado porque se conserva en salmuera, es firme, compacto y a la vez blando, no tiene corteza y se suele comer rallado o desmenuzado, en ensalada, banitsa (una especie de pastel de pasta filo), en princesas (pan con queso y huevo al horno), con pimientos, patatas, crepes… ¡toda una delicia!.
Si fuera un alfabeto…
Si fuera un alfabeto… sería el cirílico, ¡y hasta tienen un día especial para celebrarlo!. La creación se remonta al siglo IX, con dos hermanos, San Cirilo y San Metodio, que eran misioneros y recorrían la región cristianizando tierras paganas. Querían escribir y dejar constancia de la cultura y la religión, y aunque podrían haber usado el alfabeto griego o el latino, se dieron cuenta junto a San Clemente de Ohrid, de que su lengua tenía más sonidos, así que “modificaron” un poco añadiendo letras a esos sonidos, y cambiaron otras (quizá para que a los que usamos el latino nos cortocircuite el cerebro cuando vemos una “P” y es una “R” o una “H y es una “N”…) A día de hoy, el alfabeto lo utilizan en este lugar y en más de 20 países, y es una seña de identidad más.
Si fuera una región…
Si fuera una región… sería el sudeste de Europa, con fronteras con Rumania al norte, al sur con Grecia y Turquía y al oeste con Serbia, Montenegro y Macedonia del Norte.
Si fuera un país…
¡Ya no hacen falta más pistas! Premio para el que haya adivinado que hablamos de… ¡Bulgaria! Un país con una combinación única de cultura, naturaleza y tradiciones. Desde las montañas nevadas del norte hasta las playas del mar Negro, hay algo para todos los gustos. Ha sido cuna de algunas de las primeras civilizaciones europeas: son descendientes de los tracios, celtas, griegos y romanos, y durante cinco siglos fueron ocupados por los turcos.
Además los búlgaros, orgullosos de sus raíces, siempre están dispuestos a compartir sus tradiciones, comida y cultura con los visitantes. ¡Otro motivo más para hacer la maleta!
Si fuera un destino para el próximo viaje… ¡¡¡diríamos que sí!!! Quizá habría que negar con la cabeza para asentir, porque los búlgaros asienten para decir que no… La confusión hace morir de risa muchas veces y sirve para romper el hielo entre los viajeros y los locales. Pero sea como sea, haciéndolo a lo búlgaro o a lo español, el SÍ es rotundo. Bulgaria te espera.
Disfruta con Inspirience de esa Bulgaria diferente con esta salida programada, sólo para mujeres, de Bulgaria en clave femenina.
Autora
Eva
Travel Inspirer
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